Querido diario: ¡lo he vuelto a hacer!, aunque esta vez la culpa no es toda mía… los chicos de FAKings ayudaron bastante. Os cuento: estaba probándome ropita cochina cuando llamó a la puerta de nuestro estudio un repartidor de un sex shop trayendo cosas cochinas que yo no sabía manejar. La verdad es que estaba bueno y además me reconoció enseguida, ¡era uno de mis fans de FAKings!, notamos enseguida que el chico estaba cómodo con nosotros así que le invitamos a quedarse y que nos explicara cómo funcionaban los juguetes que nos habían traído. Al rato ese bulto que le salía entre las piernas del pantalón lo delataba, ¡menudo calentón llevaba!. Poco a poco le fui liando, yo sabía que estaba deseando follarme 🙂